Ventajas de portar el Sello SICELE

El SICELE es la única organización que vela por la calidad de los sistemas de certificación lingüística del español, por lo que ostentar el Sello SICELE supone un valor añadido a las certificaciones que expiden las instituciones miembros.

Además, portar el Sello SICELE conlleva una serie de ventajas tanto para las instituciones y los profesionales como para los usuarios de esos productos y servicios: 

  • El proceso de verificación del cumplimiento de estándares para la obtención del Sello SICELE integra procedimientos de autoevaluación y de auditoría entre iguales, además de evaluación externa, por lo que el conjunto de estas acciones guía a las instituciones en la identificación de fortalezas y debilidades, aporta criterios para la evaluación de los procesos de gestión y orienta en la toma de medidas de mejora. Esto revierte en que las instituciones se comprometan a orientar su gestión hacia la mejora continua y hacia la excelencia.
  • Posibilita el reconocimiento mutuo de las certificaciones en todo el ámbito de habla hispana que, a su vez, están en consonancia con los que se aplican en exámenes de otras lenguas igualmente avalados por instituciones que velan por la gestión y acreditación de la calidad.
  • Asegura que los exámenes que lo portan sean válidos, fiables, seguros, equitativos y justos.
  • Identifica exámenes que se adecuan de forma precisa a las características y a las necesidades de los candidatos, que dan respuesta a la diversidad de las demandas de los usuarios en cuanto a especificidad en el uso de la lengua, las variedades del español, fiabilidad, etc.
  • Facilita a los usuarios la elección de un examen con garantías en lo referente al diseño y la elaboración, la administración de las pruebas, el análisis de los resultados, la información a los usuarios y la expedición de certificados o diplomas.
  • Ayuda a definir los perfiles profesionales.
  • Plantea oportunidades de empleo a la profesión, que asegura la colaboración de profesores, investigadores y profesores en formación.
  • Disminuye la necesidad de control público, gracias a la autorregulación.